Ante la injusticia no cabe la resignación
30 junio, 2012 Deja un comentario
No es nada nuevo; ya Aristóteles creía que la política debería ser participativa y tender al bien común; para él, en palabras de Noam Chomsky, la democracia no puede co-existir donde hay pobreza y riqueza extremas; paradojas de la vida, por eso existió una corriente que, ante la situación de pobreza, optó por reducir la democracia, considerando que el gobierno debería proteger a la minoría opulenta y qué mejor forma que fragmentar la sociedad y crear una casta de “hombres capaces” (en ese género) que rápidamente se agrupó en un sinfín de partidos pertenecientes a una corriente capitalista y una comunista. A la larga, y con mínimas variaciones, esto es lo que ha venido funcionando durante las últimas generaciones y hoy sigue siendo eficaz para mantener ese sistema de privilegios.
Este blog es el medio de expresión de un concejal de un pueblo de 500 habitantes, La Fresneda, y este es el escenario en que me muevo, alargando únicamente un poco la cabeza para llegar a la Comarca del Matarraña: el debate de lo que hacen los gobiernos nacionales y autonómicos sólo sirve para perpetuar la fragmentación, porque en ese escenario carezco de la más mínima capacidad de actuación.
Me miro las manos y me digo “esto es lo que tienes, así que con esto a ver lo que puedes hacer por tu gente”; mi naturaleza optimista y mi resistencia a convertirme en un adulto con las ilusiones castradas, me hace asomarme a lo que hay más allá y, me pregunto “¿por qué no mostramos al mundo entero, desde es pequeño pueblecito, que se pueden hacer las cosas de una forma diferente?”.
Por eso, con los principios de la emergente economía del bien común todavía dándome vueltas por la cabeza, planteamos para este Pleno una serie de medidas que profundizaran en la democracia y en la igualdad, con la seguridad que debería prevalecer el sentido común y el compromiso social por encima de cualquier otro interés.
A través de esas medidas solicitamos la creación de unas comisiones para participar en los procesos de contratación y para garantizar la eficacia de los acuerdos que toma el Pleno y propusimos asegurar la gratuidad de la enseñanza primaria, el acceso social a la piscina municipal y el compromiso con la dación de pago: el resultado final de todas las mociones es que se rechazaron, y los miembros del PAR y PSOE prefirieron dar la espalda a las necesidades del pueblo y perpetuar el control de los métodos participativos, anteponiendo intereses particulares y partidistas. Es una actitud que no puedo comprender en los miembros del PSOE, que incumplen sus compromisos electorales y reducen los derechos sociales hasta hacerlos desaparecer del escenario municipal.
Si no somos capaces de organizar un Ayuntamiento de 500 habitantes para convivir en paz, si nos somos capaces de garantizar los principios democráticos, si no somos capaces de sufrir con el necesitado, ¿cómo podemos aspirar a cambiar un estado?, ¿nos tenemos que resignar a seguir al capricho de “los mercados”?.
No puedo, ni quiero, ocultar la tristeza con que una vez más bajé las escaleras del Ayuntamiento; en este estado de ánimo en que me pregunto si merece la pena hacer lo que hago, he subido a Santa Bárbara, donde la soledad y abandono de la ermita me conecta con mis propias emociones, y he recorrido en silencio el caracol misterioso.
Mañana es la final de fútbol de la Eurocopa 2012 y eso, junto con un discurso sobre la prima de riesgo que no entendemos, mantiene a la población alejada de su realidad global. Pero hay mucha desigualdad, mucha pobreza, mucha necesidad, mucho dolor, muchas guerras, demasiada contaminación… silenciado detrás de unas fronteras que nos «protegen» de esa necesidad humana… y no, no voy a resignarme, porque ante la injusticia no voy a escatimar esfuerzos… crucemos juntos la línea invisible que separa la resignación de la acción.
Hay sectoriales marchas verdes y marchas negras luchando por su intereses, ¿para cuándo una marcha blanca que lo haga por los de la humanidad?.
Soy concejal de un pueblo de 500 habitantes; no es mucha la capacidad de maniobra para seguir soñando en cambiar el mundo, pero levanto la cabeza después del resultado del último pleno, lo archivo en la maleta donde guardo las cosas para no recordar y miro hacia delante, porque si se trata de la libertad, la justicia y la igualdad, cuando me caigo, o me tiran, duro poco tiempo en el suelo; así que seguiré pidiendo la gratuidad de la enseñanza, el acceso social a la piscina, el compromiso con los desahuciados y las garantías democráticas, porque ante la injusticia no cabe resignación.